El viaje de Alberto García- Alix a la oscuridad y a la ausencia ha quedado reflejado en su trabajo fotográfico como un diario personal, escrito foto a foto y vivencia a vivencia. La fotografía de García-Alix es una crónica de lo intangible y de lo mundano. Su recorrido vital, su crudeza y desvergüenza para escudriñar con la cámara los recovecos más oscuros, lo convierten en un fotógrafo único e inclasificable, y quizás también maldito. |
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